Cachivache fue una exposición individual y autogestionada que se llevó a cabo en la Embajada de Chile en Costa Rica, en diciembre de 2021.

La muestra reunió una serie de pinturas inspiradas en stickers sacados de grupos de WhatsApp. La idea era simple pero curiosa: ver qué pasaba cuando llevabas esas imágenes —que suelen circular en lo cotidiano, entre amigos o familia— a un espacio completamente distinto, como lo es una embajada (caracterizada por su misión diplomática).

Fue un experimento pensado para observar y registrar cómo reaccionaban los visitantes y el personal frente a distintos niveles de humor. ¿Cambia el efecto de un chiste según el lugar donde se muestra?

En la mayoría de los casos, las obras provocaron risas, aunque también hubo momentos de incomodidad, lo que hizo aún más interesante el experimento.

Los stickers, aunque muchas veces se ven como simples adornos o bromas pasajeras, se han convertido en una forma poderosa de comunicación visual. Son rápidos, directos y cargados de intención. Funcionan como pequeños comentarios gráficos que, a través del humor, la exageración o la ironía, dicen mucho en muy poco espacio y tiempo.

Llevarlos al formato pictórico fue una forma de resaltar ese valor simbólico que tienen en nuestra vida digital cotidiana.